Por qué se desperdicia el trabajo: El problema de la productividad en la industria de la construcción
Desde la década de 1960 al día de hoy, todas las industrias han aumentado su productividad menos la de construcción. Aunque esta no ha disminuido, tampoco se ha vuelto mucho mejor con la introducción de nuevas herramientas, como es la tendencia mundial.
Hay deficiencias impresionantes en los flujos de trabajo de construcción, lo que provoca que los proyectos se retrasen y el dinero se vaya a la basura. La causa de raíz es una grave brecha de información.
Solo el 30 % del tiempo de trabajo se usa para producción
Estudios demuestran que, al analizar todo el tiempo que los trabajadores usan en un proceso de construcción, solo un tercio se usa en trabajos que agregan valor. Aproximadamente el 40 % del tiempo se gasta esperando entregas, instrucciones o alguna otra cosa que vaya a impulsar el proyecto. El otro 30 % se usa en transporte.
"La construcción es una industria increíblemente grande, no obstante, solo el 15 % del trabajo se realiza en el tiempo y en la ubicación correctos", explica Jukka Suomi, el director de proyectos en Trimble. "Está tan fragmentado y se enfrenta a tantos problemas de coordinación que se desperdician los materiales y los proyectos se atrasan y superan sus presupuestos. Es un problema serio".
Una mano no sabe lo que hace la otra
La mala productividad solo es un síntoma del problema subyacente: la falta de información. La construcción no ha adoptado de forma apropiada las herramientas de información digitales y los proyectos generalmente están constituidos por varios accionistas, procesos complejos y planes que cambian constantemente.
"Se junta una orquesta nueva en cada proyecto, por así decirlo", explica Suomi. "La planificación no se hace correctamente y las capacidades se quedan cortas. Existen los planes de alto nivel, pero no se hace, o no se sigue, un plan de administración de la producción. No hay transparencia al moverse de arriba a abajo en la cadena de producción". Esto resulta en que recursos clave se alejan de la producción y se desperdician en descifrar los procesos.
Según Suomi, todo se puede resumir en un sencillo objetivo. "La manera más fácil para resolver un problema de productividad es que, en el terreno de construcción, cada persona sepa qué hacer después".
Una baja productividad resulta en una baja rentabilidad
Por supuesto, al desperdiciar los recursos del trabajo en cosas que no agregan ningún valor al proyecto, este se ve muy afectado económicamente. El tamaño del mercado superará los 10 billones en 2020, por lo que las enormes cantidades de trabajo poco productivo se traducirán en enormes pérdidas económicas. Gastar recursos continuamente en trabajo que no genera ningún valor también perjudica a cada negocio individual de la industria.
No es sustentable el seguir así cuando solo un tercio del trabajo genera valor. "El problema de la productividad es tan grande que la industria tendrá que cambiar la manera en la que avanza", concluyó Suomi.