Cinco formas de reducir el carbono incorporado en tu próximo proyecto de construcción
El cambio climático es el tema definitorio de nuestra generación, y la industria de la construcción desempeñará un papel fundamental en liderar a la comunidad global hacia la reducción de las emisiones de carbono. La reducción del carbono ya no es una opción o una imposibilidad, es una necesidad.
Según el Informe Especial del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el calentamiento global inducido por el hombre alcanzó aproximadamente 1°C por encima de los niveles preindustriales en 2017. Si esta tendencia continúa y la temperatura global supera la marca de 1.5°C, podemos anticipar daños irreversibles en nuestros ecosistemas y en nuestra calidad de vida en general.
El impacto en mi estilo de vida personal implica la eliminación de actividades como el esquí o el snowboard, pero para otras ubicaciones en todo el mundo, marca la diferencia entre la vida, la muerte y la supervivencia. El informe de la ONU sobre el cambio climático de 2019 establece que, para limitar el calentamiento global a menos de 1.5°C, necesitamos reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 45% para 2030 y alcanzar la neutralidad de emisiones para 2050. Esto parece ser una tarea desalentadora, pero la alternativa de no alcanzar estos objetivos será catastrófica tanto para nuestros ecosistemas como para la economía global.
Al evaluar el valor económico a través del prisma del valor para los accionistas, los beneficios de volverse más verdes están quedando claros. El aumento de la inversión ESG (ambiental, social y de gobernanza) desde 2005 ha sido significativo. Hoy en día, se estima que la inversión ESG asciende a $20 billones o 1/4 de todos los activos gestionados profesionalmente. Además, algunos estudios estiman que las acciones en empresas sostenibles superan significativamente a sus competidores no sostenibles. Esto refleja una tendencia de compra más amplia y en crecimiento, en la que en 2014 el 55% de los consumidores pagarán extra basándose en impactos ambientales o sociales positivos.
¿Cómo está contribuyendo nuestra industria al cambio climático?
Es imperativo reconocer de manera integral el impacto que los seres humanos tienen en el cambio climático antes de idear una hoja de ruta hacia emisiones netas cero. Actualmente, la industria de la construcción representa el 39% de las emisiones de carbono a nivel mundial, lo que significa que los cambios que hagamos tendrán un impacto fundamental en todo el mundo y podrían representar el punto de inflexión entre el éxito y el fracaso.
Un sector completamente descarbonizado podría reducir casi la mitad de todas las emisiones de carbono en la atmósfera. Entonces, ¿dónde nos encontramos actualmente para alcanzar este objetivo? Si observamos la demanda final de energía en los edificios de 2017 a 2018, la demanda aumentó en un 1% y un 7% desde 2010. El crecimiento de la población puede atribuirse a un gran aumento en la demanda. Y, a medida que nuestra población mundial se acerca a los 10 mil millones, se espera que el stock de edificios internacionales se duplique. A menos que nuestro sector cambie drásticamente en su forma de operar, este crecimiento consumirá vastas cantidades de recursos naturales y podría contribuir a un esperado duplicado del consumo global de materias primas.
Antes de profundizar más, hay dos categorías clave de emisiones de carbono que debemos entender:
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Carbono operativo
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Carbono incorporado
¿Qué es el carbono operativo? El carbono operativo describe las emisiones que resultan de mantener el edificio en funcionamiento, como mantener las luces encendidas y el edificio fresco. El carbono operativo representa el 28% de nuestras emisiones de carbono. Por otro lado, el ciclo de vida de la construcción en sí mismo representa el 11% de las emisiones de carbono. La buena noticia es que nuestra industria está comenzando a avanzar hacia impactos operativos más bajos y edificios verdes. Además, los beneficios de la construcción verde están empezando a ser reconocidos por los propietarios de edificios. Por decir lo menos, esta tendencia debe continuar. Algunos de los beneficios atribuibles a los edificios verdes incluyen:
- Costos operativos más bajos
- Mayor valor de activos
- Proporcionar entornos más saludables y seguros para los ocupantes
- Demostrar el compromiso del propietario con la administración ambiental y la responsabilidad social
¿Qué es el carbono incorporado?
El carbono incorporado es la suma de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (principalmente carbono) resultantes del ciclo de vida de la construcción de un edificio. Esto incluye emisiones derivadas de la extracción y transporte de materiales, la fase de construcción, las actividades de mantenimiento del edificio (como la renovación), y, en última instancia, la etapa de fin de vida a través de la demolición y disposición o procesamiento de materiales.
Hasta la fecha, muy pocos proyectos se centran en reducir las emisiones de carbono incorporado o en alcanzar emisiones netas cero. Sin embargo, dado que el 11% de las emisiones de carbono resultan de estas actividades, aquí es donde la industria de la construcción necesita priorizar sus esfuerzos. Desafortunadamente, los impactos del carbono incorporado se comprenden menos, y este artículo se enfocará en estos impactos y en los pasos que podemos tomar para reducir nuestras contribuciones.
Actualmente, faltan incentivos o requisitos para alcanzar emisiones netas cero de carbono incorporado, pero esto está empezando a cambiar lentamente. Por ejemplo, en 2016, la Ciudad de Vancouver publicó su Plan de Edificios de Emisiones Cero estableciendo objetivos y acciones específicas para lograr cero emisiones en todos los nuevos edificios para 2030.
Sin embargo, no podemos esperar a que la legislación imponga la reducción del carbono incorporado. Debemos actuar como administradores de nuestra industria y llevar a cabo un cambio positivo ahora mismo.
5 pasos para reducir el carbono incorporado
El Consejo Mundial de Edificios Verdes ha proporcionado un informe detallado sobre cómo nuestra industria puede reducir nuestra huella de carbono incorporado. He resumido cinco (5) de estos pasos clave a continuación:
1) Medir las emisiones de carbono incorporado
Across the industry, we need to measure our embodied carbon emissions across the entire construction lifecycle.
2) Establezca a línea de base
Una vez que entendamos el alcance de nuestras emisiones, podemos utilizarlo como punto de referencia para establecer objetivos de reducción y, en última instancia, un camino hacia el carbono neto cero. Nuestras contribuciones actuales y los objetivos de reducción deben estar disponibles públicamente para garantizar que seamos responsables.
3) Adopte mejores prácticas
Nuestra industria deberá tomar medidas concretas hacia los objetivos de reducción. Para los contratistas, esto implicará la divulgación de datos de la cadena de suministro y la selección de materiales basada en los impactos de carbono incorporado más bajos. Esto requerirá una mayor adopción de Declaraciones Ambientales de Producto (EPD, por sus siglas en inglés) de los fabricantes de materiales para ser utilizadas en el proceso de selección
4) Diseñar con un enfoque de bajo carbono en mente
Los diseñadores deben adoptar un enfoque completamente integrado de Evaluación del Ciclo de Vida (LCA, por sus siglas en inglés) para todas las decisiones de diseño. Este enfoque no solo considera un enfoque de bajo carbono para el diseño, sino también otros aspectos del rendimiento del proyecto, como las necesidades de materiales, agua y energía en todo el ciclo de vida.
5) Lidere con el ejemplo
Los propietarios de activos deberán liderar con el ejemplo al exigir que todos los proyectos tengan un carbono incorporado neto cero. Esto requerirá cambiar la forma en que abordamos la selección de proveedores y socios e incluso financiar proyectos para poner nuestro impacto ambiental en primer plano.
¿Qué puedo hacer como propietario?
Los propietarios y desarrolladores de edificios tienen un papel crucial en impulsar nuestra industria hacia el carbono incorporado neto cero. Los propietarios pueden llevar este tema al frente del proceso de diseño y toma de decisiones al especificar:
- El uso exclusivo de materiales con bajo contenido de carbono.
- Diseños que consideren la reducción del carbono a lo largo de todo el ciclo de vida del activo.
- Requerimientos para reducir las emisiones durante las actividades de construcción.
Los propietarios deben trabajar con los equipos de diseño para analizar críticamente los diseños que estamos seleccionando y centrarse en aquellos que priorizan la reducción de carbono. Para la fase de construcción, trabajen con sus contratistas generales para incentivar la reducción de emisiones de carbono y desperdicio. La maquinaria eléctrica ya no es un sueño futurista. Empresas como Caterpillar, Bobcat y Volvo, entre otras, han introducido maquinaria eléctrica en los últimos años. La maquinaria eléctrica no solo permite alcanzar el cero neto, sino que también puede tener implicaciones positivas para la salud y seguridad al reducir las interacciones de los trabajadores con emisiones tóxicas.
Reducir los retrabajos y los desperdicios también es un elemento crítico, y los incentivos financieros aquí son claros. Según un artículo de ENR, los costos de retrabajo pueden oscilar entre el 2% y el 20% del monto total del contrato de un proyecto. Si esto no es motivo suficiente para el cambio, quizás considerar los impactos ambientales resultantes del material desperdiciado, la mano de obra y el transporte adicional lo sea. Necesitamos priorizar la planificación inicial y mejorar la comunicación entre los proyectos y las partes interesadas para reducir las ineficiencias en nuestra industria y allanar el camino hacia el carbono neto cero.
Los propietarios pueden y deben establecer una hoja de ruta para construir solo proyectos con cero carbono incorporado. Para activos existentes, la decisión de renovar versus reconstruir puede tener impactos cruciales, además de garantizar marcos operativos correctos para maximizar la vida útil del activo. Ampliar la vida operativa de un edificio o activo de infraestructura mediante el mantenimiento regular, la reutilización o renovación de activos existentes y, en última instancia, reducir las emisiones al final de la vida útil a través del reciclaje nos permitirá alcanzar el carbono neto cero.
Conclusión
Como industria, tenemos un tiempo limitado para alcanzar objetivos ambiciosos; sin embargo, la alternativa ya no es algo que me guste considerar. El futuro de nuestro medio ambiente y el éxito económico dependen de los esfuerzos colectivos que hagamos ahora y del reconocimiento de la magnitud del problema que enfrentamos.
La buena noticia es que podemos vincular una estrategia de emisiones netas cero con la transformación digital de la industria de la construcción. Esto nos permitirá lograr avances en eficiencia y productividad que otras industrias han experimentado, al mismo tiempo que creamos empleos sostenibles y nuevos mercados para las futuras generaciones
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- Este artículo fue creado originalmente por Elliot Jones para E-builder, una empresa de Trimble. También fue publicado previamente en https://constructible.trimble.com/